Estaba encerrado para no ver a nadie, abrí una rendija para oír el aire y oí "ven pacá, caguëndiós", yo creí que eras tú...
aullaron los vientos con la escandalera, "no veas, compadre, la que hay aquí fuera..." no quiero saberlo, llevaroslo todo, dejadme el silencio... dejadme que os cuente mi cuento de herida y caricias, mi historia de nadie, mi nana del hambre, todas mis mentiras, tal vez embelese y te bese cortándome a tiras...